Monseñor Eugenio Scarpellini, Obispo de la Diócesis de El Alto. Foto: CEB
Advirtió que el mal existe y es fruto del hombre soberbio y egoísta, y pidió evitar la tentación de endosar a Dios la responsabilidad de los males que hay en el mundo animando a los feligreses a ser mejores personas.
La Paz, 28 de julio (ANF).- Monseñor Eugenio Scarpellini, Obispo de la Diócesis de El Alto, en la misa desde la Basílica Menor de San Francisco, realizó este domingo un llamado a la población, para que cada uno pueda convertirse en constructor de paz y agente de reconciliación en un mundo que se torna cada vez más violento y egoísta. Enfatizó la importancia del perdón para vivir e instó a rechazar cualquier tipo de confrontación.
"Perdonar y pedir perdón para nosotros y por aquellos que nunca lo hacen nos compromete a ser personas que rechazan las divisiones, las confrontaciones y las armas verbales de la calumnia y la mentira para ser constructores de paz, agentes de reconciliación".
Lamentó que en estos tiempos existan tantas injusticias en especial en contra de los más inocentes y sencillos, advirtió que el mal existe y es fruto del hombre soberbio y egoísta.
“¿Por qué tantas injusticias en el mundo?”, ¿por qué la violencia en contra de los sencillos y pequeños?, ¿por qué parece que los poderosos siempre la tienen que ganar?”, cuestionó
Pidió evitar la tentación de endosar a Dios la responsabilidad de los males que hay en el mundo y animó a los feligreses a ser mejores personas.
Así mismo reflexionó sobre la importancia de brindar un tiempo para Dios cada día mediante la oración personal.
Afirmó que la oración no es una obligación o un simple rezo: "es relación, es encuentro, es paz, es comunión vital, es eficaz", reflexionó Monseñor Scarpellini.
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