La Paz, 4 de agosto (ANF)- Este martes Instituciones Educativas de la Iglesia Católica de Bolivia mediante un comunicado lamentaron el cierre del año escolar como resultado del diálogo fallido entre autoridades educativas, dirigentes y padres de familia. Por tanto, instan a no detener la educación priorizando la formación y crecimiento humano de los estudiantes.
“ (...) la Educación no puede detenerse porque es como detener la vida, es truncar ilusiones, es detener la formación y el crecimiento humano, cultural y espiritual de miles de niños, adolescentes y jóvenes”, señala el pronunciamiento hecho público por Monseñor Fernando Bascopé, Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana.
El comunicado resalta que como efecto de la medida la educación privada vive momentos de “angustia y zozobra” que afectan a los maestros y demás dependientes de estas instituciones educativas. Pese a que en este tiempo de pandemia por el covid-19, la educación católica, pública de convenio y privada extremó esfuerzos, con creatividad y responsabilidad, desde la aplicación de modernas plataformas virtuales hasta la puesta en práctica de los diversos medios tecnológicos.
Por otro lado, resalta la labor de los maestros que empeñando esfuerzos y creatividad llegaron a las casas de sus estudiantes con alimentos, datos para Internet, y llevando tareas a aquellos que no contaban con acceso a la red. Ante este esfuerzo, la iglesia indica que no claudicará en la misión de educar, de acompañar a los maestros, padres de familia, niños y adolescentes que son parte de sus comunidades educativas.
Finalmente, exhorta a los maestros mantenerse al lado de sus estudiantes de manera activa y creativa ; a los padres y madres de familia, a continuar en el esfuerzo de criar y apoyar a sus hijos en su formación, a los dirigentes, a deponer toda actitud de violencia y propiciar un diálogo sereno en la búsqueda de soluciones y, finalmente, a las autoridades gubernamentales, hacer los mejores esfuerzos para que la educación no se detenga.
“¡La educación es el bien supremo de una sociedad! ¡Apelamos al buen corazón de todos!”, dice el pronunciamiento.
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