La Paz, 8 de octubre (ANF).- La X Marcha Indígena continúa su caminata y advierte que el Gobierno nacional no podrá enfrentar las sequías en las comunidades afectadas por los fuegos. Considera que la falta de agua será una de las demandas en la etapa postincendio, luego de que se confirmará que los fuegos que arrasaron la Chiquitanía ya fueron sofocados.
“Necesitamos encontrar agua buena, agua subterránea y eso implica tener equipos para hacer pozos, tanques. Sabemos que ni el gobierno lo va poder hacer. Porque son cosas bastante caras y costosas. Entonces el tema sequía no está solucionado”, manifestó a ANF el secretario de Tierra y Territorio de la Asociación de Cabildos Indígenas de Ignacio de Velasco, Orlando Socorré.
Socorré recordó que los fuegos en la Chiquitanía dejaron grandes desastres en la biodiversidad. Dijo que por la falta de árboles no habrá la suficiente cantidad de lluvias lo que ocasionará sequía en la región.
Además, advirtió que las cenizas que se generaron en más de dos meses de incendios contaminarán las fuentes de agua existentes, lo que provocaría algunas enfermedades.
Por otro lado, Socorré pidió encontrar una forma de solucionar las consecuencias de la pausa ecológica, debido a que esta prohíbe que los campesinos chaqueen.
A pocos días de su llegada
La X Marcha Indígena se encuentra en la comunidad El Tuná del municipio de San Rafael de Velasco. Esta noche pernoctará en el lugar para luego continuar con su objetivo de llegar a la ciudad de Santa Cruz. Según, Socorré no se puede establecer con precisión los días de llegada, pero calcula que aún faltan unos 10 días.
El dirigente indígena afirmó que la marcha no claudicará en sus demandas; la principal es la declaratoria de desastre nacional pero ahora se centra en la etapa de postincendio. También exige la abrogación de la Ley 741 y del decreto supremo 3973, que permiten el desmonte y chaqueo en Santa Cruz y Beni.
El Centro de Operaciones de
Emergencia Departamental (COED) reportó este martes un punto de calor en el
municipio de Concepción, pero advirtió que está controlado y está en constante monitoreo.
El fuego consumió en la Chiquitanía casi cuatro millones de hectáreas de bosques, pastizales y cultivos, según datos de la Gobernación de Santa Cruz.
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