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Economía

Indígenas de Bolivia, Brasil y Colombia analizan denuncia ante la CIDH contra las represas

Organizaciones indígenas y movimientos de la sociedad civil de Bolivia, Brasil y Colombia inician la campaña “No a las represas en la Amazonía, sí a la Vida”
12 de Junio, 2019
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Conferencia de prensa de la campaña: "No a las Represas en la Amazonía, Sí a la vida”. Foto: ANF
La Paz, 12 junio (ANF).- Organizaciones indígenas y sociales afectadas por los proyectos hidroeléctricos en Brasil, Colombia y Bolivia analizan una denuncia formal en contra de sus Estados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la violación de sus derechos. 

Así lo hicieron saber durante el lanzamiento de la campaña: “No a las Represas en la Amazonía, Sí a la vida” con el apoyo de instituciones de la sociedad civil que buscan concientizar sobre esta problemática.

“Estamos en esta articulación, estamos viendo la parte de derecho, ¿cómo hacer para hacer respetar nuestros derechos como pueblos de la Amazonia?, y deseamos presentar a la CIDH una denuncia por la violación de los derechos de los pueblos de la Amazonía y también a nivel latinoamericano”, señaló Lidia Antty de la Organización Comunal de Mujeres de la Amazonía.

La dirigente dijo que se hará una fuerza articulada a nivel regional “y buscaremos apoyo de los que entienden de la jurisprudencia a nivel internacional”.

Representantes de organizaciones indígenas y sociales afectadas por los proyectos hidroeléctricos en Brasil, Colombia y Bolivia ofrecieron una conferencia de prensa en instalaciones de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) con el propósito de concientizar y emprender acciones para evitar la pérdida de sus territorios como consecuencia de las mega-hidroeléctricas. 

“No estamos de acuerdo con la construcción de las represas, porque ello provoca una gran contaminación ambiental, grandes pérdidas económicas, sociales y culturales, en toda la región y provocaría un gran endeudamiento”, denunció Herlan Domínguez, representante del Comité Binacional Defensores de la Vida Amazónica en la cuenca del Río Madera: Bolivia- Brasil.

Domínguez y más de una docena de representantes de diez diferentes organizaciones sociales de estos tres países se dieron cita al Encuentro Regional de Afectadas y Afectados por las Represas en la Amazonía que se desarrolló del 10 al 12 de junio en la ciudad de La Paz. Dijo que lo que se busca es la articulación internacional para darle fuerza al rechazo a las represas.

Entre las organizaciones que participaron del encuentro figuran el Movimento dos Atingidos por Barragens de Brasil - MAB Rondonia, organización que aglutina a las comunidades indígenas y campesinos en el vecino país, que además de expresar su apoyo a la campaña para evitar la construcción de represas o los proyectos hidroeléctricos en la Amazonía, compartió algunas de las experiencias de lucha y resistencia en defensa de los derechos, la vida y territorio.

“En Brasil ya estamos en la lucha contra las hidroeléctricas. Estamos en una campaña de No a las represas en la Amazonía. En el departamento de Rondonia han construido dos hidroeléctricas: San Antonio y Girao y ha afectado a más de 10 mil personas y no han traído beneficio para las comunidades, han sido de beneficio para grandes empresas mineras, y en las comunidades no. Ahora se paga una energía muy cara. Brasil está entre los países que tienen el costo de energía más alto del mundo”, declaró el representante del MAB Rondonia, Ocelio Muniz. 

María Eva Canoe, consejera de CONDEF/COIAB, una organización que aglutina a 46 comunidades indígenas y lideresas de la Amazonía, indicó que no se trata de una campaña en contra de la energía, sino también de proponer, por ejemplo, otro tipo de desarrollo energético, como ser la electricidad limpia, concebida en sistemas la eólica, solar u otras. 

“Nuestra propuesta es que sí queremos energía, pero no a través de las hidroeléctricas que son destrucción”, declaró Canoe. 
En el caso boliviano, los ojos fueron puestos en los proyectos hidroeléctricos El Bala y Chepete, donde, según el presidente de la Mancomunidad de los ríos Beni, Tuichi y Quiquibey, Valentín Luna, seis pueblos indígenas serán afectados: chimanes, mosetenes, lecos, chupiamonas, tacanas y eseijas. Además dos reservas naturales estarían en peligro: el Madidi y Pilón Lajas. 

“Es lamentable que el Gobierno ponga los ojos en la Amazonía para construir grandes represas, destruyendo inmensos territorios,  como El Bala y Chepete (…). La afectación es más de lo que pensamos, Rurrenabaque está próximo, es potencial turístico y sería afectado, y San Buenaventura y comunidades más abajo”, expresó Luna.

Álex Villca de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas para la Defensa de los Territorios y Áreas Protegidas (Contiocap), advirtió que la idea de convertir a Bolivia en el centro energético de Sud América implica la construcción de 22 megarepresas.

“Estamos hablando que solo en el caso de cuatro represas como son Chepete, El Bala, Rositas y Cachuela Esperanza, se estarían inundando más de 2.000 kilómetros quitándole territorio a siete naciones indígenas reconocidas por la Constitución”, señaló.

En cuanto al número de afectados, dijo que si bien estudios preliminares de Geodata advierten que con las represas de Chepete y Bala, 5.000 indígenas serán expulsados de sus territorios, dijo que la experiencia muestra que son mucho más. “Debemos preocuparnos mucho; más cuando el Presidente ha dicho que las hidroeléctricas se van a construir si o si”, señaló.   

Entre las organizaciones que asistieron al encuentro internacional estuvieron el Movimiento Dos Atingidos por Barragens (Brasil), Movimiento Ríos Vivos (Colombia), CONDEF/COIAB (Brasil), Mancomunidad de Comunidades Ríos Beni, Tuichi y Quiquibey (Bolivia), Comité Binacional Defensores de la Vida Amazónica en la Cuenca del Río Madera que (Bolivia-Brasil), Organización Comunal de Mujeres de la Amazonía (Bolivia).

También se hicieron presentes la Asociación de Pescadores Cachuela Esperanza (Bolivia), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Guayaramerín (Bolivia), la Comunidad San Miguel (Bolivia) y la Organización de Mujeres Indígenas de la Amazonía-Central.

/JMC/ 

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    Indígenas Brasil Colombia Bolivia,denuncia ante la CIDH,Represas