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Economía

Fundación Tierra advierte profundización del extractivismo agrario en el Gobierno de Evo

Gonzalo Colque citó un paquete promovido en la frontera agrícola para el agronegocio y los biocombustibles, la otorgación de facilidades para la liberación de semillas transgénicas de soya, perdonazo a las deforestaciones ilegales y un crecimiento a la subvención de los combustibles.
5 de Junio, 2019
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Gonzalo Colque, director ejecutivo de Fundación Tierra. Foto: ANF
Gonzalo Colque, director ejecutivo de Fundación Tierra. Foto: ANF
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La Paz, 5 junio (ANF).- La Fundación Tierra sostiene que durante el Gobierno de Evo Morales, de 13 años, se profundizó el extractivismo agrario basado en la expansión de la frontera agrícola para el agronegocio y los biocombustibles, la otorgación de facilidades para la liberación de semillas transgénicas de soya, perdonazo a las deforestaciones ilegales y un crecimiento a la subvención delos combustibles.     

El director de Fundación Tierra, Gonzalo Colque afirmó en entrevista con ANF, que en función de una alianza entre el Gobierno nacional y los agroindustriales para consolidar el modelo del extractivismo agrario, sobre todo en Santa Cruz, hoy se cuenta con 2 millones de tierras cultivadas de soya, lo cual representa el 70% de tierras agrícolas; es decir, gran parte de tierras agrícolas se destinan para la siembra y la exportación.

Mencionó que están los hechos más concretos como las facilidades que ha otorgado el Estado con la titulación de las medianas y grandes propiedades en los últimos cuatro a cinco años, y que ha llevado incluso según informes oficiales a titular tierras a razón de 1 millón de hectáreas por año desde el 2012, las que se encontraban paralizadas, observadas o con procesos de expropiación o reversión por incumplimiento de la Función Económica Social (FES).

“El pacto con el sector agroindustrial ha derivado en la consolidación de grandes propiedades pre-existentes sin hacer redistribución o recuperación de tierras para el Estado”, señaló el investigador.

Colque dijo que se trata de una lista larga de medidas que derivaron del pacto con el sector ganadero; desde aumentar las cabezas de ganado de 10 millones a 20 millones, hasta que el propio presidente Evo Morales haga lobby en China para gestionar la exportación de la carne de res, con la posterior llegada de misiones.

“El Gobierno está haciendo el papel de lobby para exportar, y los ganaderos están preocupados por duplicar las cabezas de ganado en el país, lo que implica una presión muy fuerte sobre la frontera agrícola que es la ganadería extensiva que se practica en las tierras bajas”, explicó.

Precisó que el 40% de diésel que se consume en el país y que se importa en gran parte es destinado a la agroindustria empresarial, a la cual se ha ofrecido producir más soya transgénica destinada a la producción de biodiesel y a precios subvencionados.

“Hay todo un paquete de subvenciones al precio para biodiesel mediante diésel importado, hay compromiso de comprar alcohol para etanol que es mezclado con gasolina, créditos y acuerdos hechos en el pasado, incluso había la intención de prestar el 5% de los recursos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para el sector agroproductor (…). No han aclarado si han usado, pero tampoco hay rendición de cuentas sobre estos créditos grandes”, indicó.

En cuanto a los impuestos por las tierras agrícolas y agrarias, el director de Tierra, dijo que es un sector que no paga y encima se beneficia con la paralización de la verificación del cumplimiento de la FES para las grandes propiedades. 

“Se dio un perdonazo para los desmontes ilegales que desde años se hizo con la excusa de que estaba en riesgo la seguridad alimentaria”, dijo.

A pesar de todas las ventajas otorgadas al sector soyero, el investigador dijo que este sector altamente dependiente del mercado internacional, no tiene competitividad por el alto costo de producción.

“En el mercado internacional, el 50% se vende a Colombia por las tasas preferenciales del mercado andino y el 30% se vende al Perú, mucha gente se pregunta por qué Bolivia no exporta soya a China o Europa como lo hacen Argentina o Brasil, la verdad es que la soya boliviana no es competitiva, tiene altos costos de producción, y no hay un control mínimo sobre el uso de los agrotóxicos”, aseveró.

Observó que, ante la amenaza de bloqueo de caminos, Evo Morales se apuró en firmar de inmediato un decreto para la libre exportación de la soya. “El problema es que esta concesión no mejorará los ingresos soyeros, pero será utilizada como un poder coercitivo más en manos de los agro-empresarios para obtener más subvenciones estatales y libertades legales”, dijo.

El Gobierno en análisis de Colque, seguirá cediendo ante cualquier amenaza de desabastecimiento de soya para alimentos balanceados destinados a la crianza de cerdos y pollos porque importa más aferrarse al poder que la economía. 

/JMC/ 

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