Tapa del libro. Foto: Fundación Pazos Kanki
La Paz, 25 octubre (ANF).- Bajo la coordinación en la investigación de Diego Ayo y la edición de Raúl Peñaranda, este miércoles la Fundación Vicente Pazos Kanki presenta el libro: Las seis verdades de la “nacionalización” del gas.
El libro pretende desnudar las supuestas falacias que el Gobierno ha lanzado en los últimos años con respecto al tema de la nacionalización de la industria de los hidrocarburos.
Por eso está dividido en seis “verdades” en vez de “capítulos”. La primera “verdad” es que el “desarrollo de los campos sigue en manos de las transnacionales”, para insistir en que la “nacionalización” del gas no lo fue en realidad, sino que se basó solamente en un aumento de impuestos.
El texto señala que el decreto de nacionalización “lo único que hizo” fue ratificar la ley de hidrocarburos ley Nº 3058, de 2015, que había establecido los impuestos totales en 50%, y aumentarle un impuesto de 32% exclusivamente para los campos más grandes y que solamente sería cobrado en una fase de “transición”. Además, ya el decreto introduce el derecho de las petroleras de beneficiarse con los “gastos recuperables”.
“La ´nacionalización’ del MAS es muy diferente a las anteriores nacionalizaciones que hubo en el país, que decidieron la expulsión de las empresas transnacionales para que YPFB se hiciera cargo de operar los campos expropiados. En el caso de la ‘nacionalización’ del MAS, los campos permanecieron a cargo de las empresas debido a que el Estado no tenía la capacidad para asumir la operación de los pozos”, dice el texto, cuyo coordinador es el analista Diego Ayo.
En esta sui generis “nacionalización”, las empresas petroleras que trabajaban en el país pasaron a ser “contratistas”. Al final, según diversos estudios, dice el texto, la “nacionalización” implicó el aumento del 16% de los impuestos (del 50% de la ley 3058 a 66%).
La segunda “verdad” que menciona el texto es que antes de la nacionalización se perforaba cuatro veces más pozos que después de la “nacionalización”. En este capítulo se abordan los temas de la reducción de las reservas, el posible déficit si se mantienen los contratos con Argentina y Brasil y los problemas de los campos que tienen volúmenes decrecientes de producción.
El tercer capítulo (o tercera “verdad”) tiene como eje el hecho de que en Bolivia los campos de gas están en proceso de agotamiento.
Explica, con cifras, que se ha producido un aumenta la producción en los últimos años, pero no de las reservas. En ese sentido, señala que la proyección para el año 2025 “está llena de nubarrones” y que el escenario “más favorable” sólo lograría recuperar la producción del año 2006.
La cuarta “verdad” ha sido ya mencionada numerosas veces por críticos de la nacionalización del gas: que el aumento de los ingresos no se debió a ella, sino al aumento de los precios internacionales, sobre los que Bolivia no tiene ningún control.
El siguiente capítulo hace un repaso a la “terrible democracia” y revela que cada contrato de exploración de gas demora dos años en firmarse. También hace mención al caos legal y normativo que afecta a esta industria y hace referencia a la ley de incentivos y demuestra los escasos resultados conseguidos.
Finalmente, la “verdad número seis” del texto es explicar con claridad cómo los “gastos recuperables” a favor de las petroleras han generado abusos por parte de ellas.
La presentación será en el auditorio de la Fundación calle Gabriel René Moreno en el edificio Taipi de la zona de San Miguel.
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