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Economía

FAN: ignoraron las alertas climáticas que recomendaban no hacer quemas

Una prematura sequía agravó los incendios en la Chiquitanía, donde las condiciones no estaban dadas para iniciar quemas ni chaqueos, afirma la directora ejecutiva de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Natalia Calderón.
21 de Agosto, 2019
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Parte del equipo de la Fundación Amigos de la Naturaleza. Foto: ANF
La Paz, 21 agosto (ANF).- Una sequía prematura y baja humedad en la vegetación han conspirado este año para que los incendios forestales se disparen y se propaguen de manera acelerada en la Chiquitanía, donde no había condiciones climáticas para iniciar quemas, afirmó la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).

La organización ambientalista lleva un monitoreo minucioso de las condiciones climáticas antes de la temporada de quemas y chaqueos, así como un recuento de los focos de calor, durante los focos de calor. En un tercer momento evalúa el impacto y la superficie quemada, dijo su directora Natalia Calderón.

“Las condiciones climáticas hacen que los incendios sean más grandes o menos grandes. En el caso de la Chiquitanía se adelantó la sequía, el contenido de humedad en la vegetación fue más bajo, incluso comparado con 2010”, que fue el año con más focos de calor en la región. “Con esas condiciones climáticas,  varios días sin lluvias y con fuertes vientos no había condiciones para ninguna quema controlada ni chaqueo”, explicó Verónica Ibarnegaray, directora de Proyectos de la FAN.

 “Este mes (agosto) ha sido el más seco de la temporada, ese factor explica la magnitud de los incendios”, acotó Armando Rodríguez, gerente de proyectos de la organización.

 “Una quema controlada es aquella que toma en cuenta factores que podrían salirse de control”, lo que al parecer no ha ocurrido, según Ibarnegaray.

Hasta ahora, según la FAN, se han quemado 47 mil hectáreas en Roboré, la mitad de esa superficie, ya fue quemada en años anteriores. En 2007, que ha sido el año de más quemas, se perdió 63.000 hectáreas por causa del fuego en esa rica zona donde está el bosque chiquitano y la reserva de Tucabaca, según Rodríguez.

“En Bolivia hay una tendencia creciente al aumento de incendios forestales, con eventos de gran magnitud que ocurren cada 4 ó 5 años. En 2010 se batió récord en cuanto a superficie quemada. En lo que va del año, el 70% de los incendios en la región ocurre en pastizales y 30% en áreas forestales”, dijo Ibarnegaray.

Según la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), en lo que va del año casi un millón de hectáreas de bosques y pastizales se perdieron por efecto de los incendios y focos de calor a nivel nacional, mientras que en sólo cinco días del evento se registró una pérdida boscosa de 471 mil hectáreas en la Chiquitanía. 

Sin embargo, la FAN advierte que de la superficie afectada, el 70% corresponde a pastizales, mientras que el 30% representa bosque perdido. 

Para Daniel Villarroel, Sub Gerente de Investigación y Monitoreo de Ecosistemas, “el bosque chiquitano ha sido afectado (hasta ahora) en 24% mientras que un 70% del área quemada corresponde a la vegetación del Serrado compuesta por “pampas arboladas y pampas abiertas”. 

En Charagua los incendios se extendieron hasta la frontera con Paraguay. “Lo que llama la atención es que por primera vez se ha quemado las pampas arboladas y pastizales en Charagua que llegaron hasta Paraguay”, dijo.

Es una región donde la vegetación es más inflamable y no es tierra apta para la agricultura por su contenido más acido. Sólo rinde la ganadería, según el experto.

Pero se trata de una zona (Roboré) de recarga hídrica que provee agua, de ahí su importancia. Por el momento esas áreas no han sido afectadas.

“Difícil predecir por ahora” los efectos en la sequía o el régimen de lluvias en el corto plazo. Dependerá de los vientos, según Villaroel.
 Pero “la suma de la deforestación, los incendios y el cambio climático, tienen efectos para la funcionalidad del ecosistema en el largo plazo” en una vasta región donde está el bosque chiquitano, el Pantanal y la amazonia brasileña, señaló Ibarnegaray.

La FAN dijo que son los municipios de la zona que deben activar las primeras acciones de emergencias, pero esta vez reaccionaron cuando su capacidad fue rebasada. La gobernación de Santa Cruz declaró el fin de semana desastre departamental lo que activo una intervención y ahora toca que el gobierno nacional intervenga y actúe.

Los expertos reconocieron que la intervención de los últimos días ha evitado que el desastre sea mayor.

Según la FAN, en los últimos años se han quemado en Bolivia un promedio de cinco millones de hectáreas. 

/JMC/ 

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    FAN se ignoraron las alertas tempranas