Bonadona: PIB caerá en 5 puntos por el impacto de la cuarentena y la recesión económica

La crisis se siente de manera más aguda en sectores como el turismo, que tuvo que detenerse inmediatamente para controlar la propagación importada del Covid-19; el transporte, la construcción y el comercio.

“El impacto económico ha sido muy fuerte, con la caída en la producción y la generación de una capacidad ociosa demasiado grande en la economía (…), yo considero que de las condiciones en que estaba la economía boliviana y que ha venido decayendo, el crecimiento va a tener una caída del 5% en el Producto Interno Bruto este año 2020, y tal vez con una recuperación lenta el año 2021”, estimó el analista.

Los dos meses de emergencia sanitaria y cuarentena han golpeado principalmente a personas de escasos recursos y de economía informal que viven del día a día. Estos sectores de la población asumieron actos de protesta para exigir al gobierno la flexibilización de la cuarentena y se les permita salir a trabajar. Por ahora los únicos autorizados son quienes comercien productos de primera necesidad como alimentos y medicamentos.

Bonadona indicó que a esta situación hay que añadirle el impacto que viene de afuera, que es la gran recesión que se está viviendo en el mundo, porque “todo el mundo se ha parado económicamente y eso está afectando a nuestro país de más de una forma, en todo lo que significa exportación como importación”.

Dijo que, dadas las condiciones internacionales, “no sería nada raro que vayamos a tener una década perdida, como cuando ocurrió con el grave shock de la economía mundial” en 1930.

Otros indicadores estimados son la tasa de desempleo que se calcula que por la crisis pasará del 4,5%, que registraba, hasta un 8%. “Estamos hablando de una tasa de desempleo que va ir cayendo, porque muchas empresas que podrían reiniciarse si la pandemia hubiera acabado pronto no van a poder reiniciar y otras se van a cerrar”, apuntó.

Sobre la pobreza extrema, Bonadona indicó que Bolivia tuvo una reducción del 33% a cerca del 15%, sin embargo “el sostén de esta reducción tan espectacular nunca fue sólida y fue el resultado del gran auge que generó una gran cantidad de recursos que se esparcieron por toda la economía y permitieron que mucha gente salga la pobreza”.

Por la recesión y la pandemia del coronavirus, el analista estimó que la extrema pobreza aumentará hasta un 18 o 20%.

“Estos indicadores se manifestarían en este año, ya vamos a empezar nosotros a ver claramente el efecto de esto a partir del mes de octubre y en diciembre esto va a ser perfectamente confirmado”, enfatizó.

En cuanto a la inflación, indicó que no existe amenaza, ya que la desaceleración económica vino acompañada con una caída en los precios, como ocurrió en casos anteriores, y la caída de precios ha continuado, salvo por el desabastecimiento fruto de la cuarentena, pero que ya fue recuperando.

Bonadona indicó que toda esta situación que vive Bolivia requiere de respuestas inmediatas por parte del Estado, para dar respuestas principalmente sobre la microeconomía, que se refleja en la necesidad que tiene la gente de consumir y producir, sobre todo a la que es parte del 80% que tiene trabajo informal.

Para el experto, el gobierno “ha tardado demasiado como para dar una respuesta a estos sectores, y lo propio ocurre con el sector productivo, en cuanto a la parte empresarial, porque no ha permitido que el aparato empresarial funcione rápidamente”, apuntó.

Refirió que no se trata solamente de facilitar créditos o brindar otras facilidades como suavizar el pago de impuestos, sino de un “apoyo muy decidido para que el empleo formal no caiga, y tampoco se vea disminuido o cerrado el aparato productivo; esas medidas no han llegado en forma oportuna”, remarcó.