La Paz, 13 de julio (ANF).- Durante la 11ª Rueda Internacional de Negocios que auspició la Cámara Nacional de Comercio (CNC) las micro y pequeñas empresas de manufacturas privilegiaron la búsqueda de alianzas estratégicas para garantizar su permanencia en el mercado nacional y neutralizar la competencia de confecciones chinas y del contrabando de ropa usada.
Entre las más de 100 mesas de negociación, Wilmer Suxo de EWSUX, una empresa de prendas de vestir en tejidos de punto , y Juan Alberto Mendoza de Fosil Textil que fabrica poleras, uniformes y ropa de trabajo, llegaron a la conclusión que las alianzas estratégicas son el camino de la sobrevivencia en un mercado saturado de productos importados y de contrabando.
Suxo gerenta una empresa familiar que ya lleva 28 años en el mercado, pero que estuvo a punto de cerrar el 2013 “porque la competencia del contrabando y de la ropa china hace cuesta arriba la sostenibilidad de nuestra pequeña industria”.
Mendoza está a cargo de una pequeña empresa con siete años de trayectoria que acaba de inaugurar un punto de venta de ropa de niños en la ciudad de La Paz y coincide que “el único camino para enfrentar la competencia desleal son las alianzas estratégicas”.
Ambos relataron que en ese espacio de intercambio comercial firmaron intenciones de negocios con proveedores de insumos, maquinarias y otro tipo de servicios de mercadeo, además de contratos potenciales con empresas e instituciones.
“Sin embargo aquí no venimos sólo con la idea de vender, la rueda de negocios no funciona así, es como una semilla que siembras para potenciar tu negocio de manera integral”, aseguró Suxo.
Y en esa perspectiva, “una posibilidad real es la generación de alianzas estratégicas para sobrevivir frente a la competencia desleal del contrabando de ropa usada y manufacturas chinas”, acotó Sánchez.
Los empresarios Wilmeruxo y Juan Alberto Mendozam trazando alianzas estratégicas. Foto: ANF
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, Bolivia compra en China confecciones por 1.900 millones de dólares y manufacturas por 1. 700 millones de dólares anuales, se importa más de lo que se produce a nivel nacional, el 2017 las importaciones superaron la producción interna textil en un 12%.
Estimaciones no oficiales dan cuenta que sólo el 7% del volumen importado de ropa usada es internado legalmente al pais, el 93% restante son importaciones no registradas.
“No podemos competir ni en cantidad ni en precio, las prendas chinas cuestan entre un 15 y 25% menos que las nacionales”, dijo Mendoza y añadió que “la apuesta es por la calidad”.
Frente a ese panorama, Suxo dijo que “las empresas intentamos asociarnos, para ofertar paquetes integrales y potenciarnos mutuamente en la consolidación de nuestros nichos de mercado”.
“Esa es la idea, muchas empresas no sólo quieren mis confecciones también me piden tejidos, entonces puedo asociarme con EWSUX”, destacó Mendoza y añadió que "Bolivia debe dejar de exportar mano de obra calificada,se capacitan en nuestros talleres y luego se van a trabajar a empresas argetninas y brasileñas"..
En la misma situación se encuentra la empresa textil Carla Tiffanny que, según su propietario Carlos Sánchez, “ofertamos prendas de moda femenina de alta calidad, pero a mayor precio que los productos chinos”.
Aseguró que en un contexto nacional que no es el más favorable para la industria textil “hay que desarrollar alianzas múltiples, es la primera vez que participo en una rueda de negocios y encontré proveedores de algodón del Perú a precios competitivos, y excelente calidad en textiles italianos”.
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