La Paz, 21 enero (ANF).- Los 13 años del Gobierno de Evo Morales en materia económica estuvieron marcados por la estabilidad económica, un crecimiento basado básicamente en la inversión pública y el gasto público y privado y un fuerte impulso a la infraestructura caminera que le significó un acelerado endeudamiento además de déficits comerciales y fiscales profundizados en los últimos años.
El análisis es del vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, quien consideró como un hecho sustancial que se modificó en los últimos 13 años, el peso del Estado en el desempeño de la economía, sostenido por las exportaciones de gas y sobre todo su precio, “que se ha usado para incrementar la incidencia del Estado a través de actividad empresarial directa, y no así, como en periodos anteriores a través de regulación”.
Aunque la reducción de la pobreza es evidente –de 36,4%, frente al 59,9 % de la gestión 2006 según datos del INE- observa que el grado de vulnerabilidad no ha bajado, por lo que es claro que esta reducción no es sostenible si se piensa solo sobre la base del impulso que el Estado le puede dar a la economía.
Kempff afirma que si bien es destacable la preservación de la estabilidad macroeconómica, por el otro lado, acumular cinco años consecutivos de déficit fiscal y comercial es un hecho que preocupa bastante.
“Es claro que los consumidores han empezado a revisar sus gastos, lo que junto con un acelerado endeudamiento en gestiones pasadas, los ha llevado a dejar de responder de la manera que lo hacían ante los estímulos de las políticas fiscales y monetarias (…).
Esto ha llevado a que la eficiencia de la inversión pública para lograr crecimiento sea cada vez menor”, afirma.
En análisis del ejecutivo, esto constituye en un serio problema, pues se trata de un modelo en el que los determinantes del crecimiento son precisamente el gasto público y privado y la inversión pública.
La eficiencia de la inversión pública para lograr crecimiento es cada vez menor, según Kempff, quien considera un serio problema el modelo en el que los determinantes del crecimiento sean precisamente el gasto público y privado y la inversión pública.
La politización de variables como el tipo de cambio, las tasas de interés, la inversión pública y la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) entre otros, obligan a los técnicos del Gobierno a tomar decisiones reñidas con la lógica económica, según el empresario.
El denominado modelo económico social comunitario productivo del Gobierno del MAS tuvo algunas luces y así lo destaca el empresario, quien apuntó al desarrollo de la infraestructura logística como altamente positivo, pero observa que no está vinculado a un plan de desarrollo integral que permita vincularla con el potencial productivo de las regiones.
“La inclusión social que ha impulsado el Gobierno fue también positiva en términos económicos, ya que ha abierto el mercado de muchos productos y servicios a una gran cantidad de personas que se sentían excluidas, generando una dinámica económica importante”, afirma.
La acumulación de reservas es también un factor positivo según Kempff, que de acuerdo a datos del Banco Central de Bolivia (BCB) llegaron a $us 8.600 millones a noviembre del año pasado, en momentos en que el precio de las materias primas mostraron tendencias a la baja y los efectos negativos en la economía nacional fueron considerablemente más grandes.
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