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Economía

Advierten que situación política puede arriesgar el Plan de recuperación de la Chiquitanía

El Plan que define los criterios prioritarios de restauración y las acciones estratégicas de financiamiento e intervenciones gubernamentales en su aplicación, y prioriza la recuperación, restauración y conservación de la biodiversidad (de las regiones) y sus funciones ambientales, que se constituyen en el eje principal que orienta sus acciones.
17 de Agosto, 2020
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Los incendios forestales afectaron más de cinco millones de hectáreas del Bosque Seco Chiquitano, Chaco, Pantanal y Cerrado. Crédito de foto: Daniel Coimbra (FCBC)
La Paz, 17 de agosto (ANF).- La incertidumbre política, económica y social en el país, la fragilidad institucional de un gobierno de transición y la situación de la pandemia ponen en duda que los proyectos para la recuperación de las zonas afectadas por incendios, puedan ser implementados tanto con recursos propios como de la cooperación internacional, dijo el director de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), Roberto Vides.

El “Plan de recuperación de zonas afectadas por incendios en el departamento de Santa Cruz” tiene cinco ejes estratégicos: social, productivo, ambiental, turístico y gestión del riesgo, y debe implementar más de una ochentena de proyectos destinados a restablecer las condiciones de vida sustentables de la biodiversidad del Bosque Seco Chiquitano, Chaco, Pantanal y Cerrado.

Vides aseguró que el principal impacto de los incendios de 2019 estuvo en los ecosistemas naturales, a raíz de ello se afectaron de manera significativa los servicios ambientales que proveen a la población local, especialmente el agua. “Por lo tanto, promover la regeneración natural, proteger las fuentes de agua y mejorar las condiciones para la producción sostenible, deben ser el eje integrador de la recuperación”, afirmó.

En la gestión pasada en Bolivia se afectó por incendios más de cinco millones de hectáreas con biodiversidad (flora y fauna), del total Santa Cruz fue el más dañado con alrededor de 3,5 millones de ha (65 por ciento), de las cuales aproximadamente 1.700.000 ha son bosques.

El Plan que define los criterios prioritarios de restauración y las acciones estratégicas de financiamiento e intervenciones gubernamentales en su aplicación, y prioriza la recuperación, restauración y conservación de la biodiversidad (de las regiones) y sus funciones ambientales, que se constituyen en el eje principal que orienta sus acciones.

Vida sustentable

El “Plan de recuperación de zonas afectadas por incendios en el departamento de Santa Cruz” tiene como principio central recuperar las condiciones de vida sustentables de la biodiversidad del Bosque Seco Chiquitano, el Chaco, el Pantanal y el Cerrado, y prevenir los riesgos de eventos críticos futuros para garantizar la sostenibilidad de las poblaciones.

Para el Director de la FCBC, “no toda la vida es sustentable en las regiones afectadas, ya que las actividades con la conversión de bosques para el cultivo y la ganadería, el mal uso de las prácticas de fuego para la producción, la inadecuada aplicación de los instrumentos de ordenamiento territorial, el no respeto de las servidumbres ecológicas, entre otros aspectos, no aseguran el desarrollo sustentable”.

“Por lo tanto, el plan no sólo debe aportar a restablecer la vida sustentable en las zonas afectadas, sino principalmente asegurar que las otras áreas no afectadas, sean gestionadas para  prevenir futuros incendios, hacia un modelo de producción sustentable”, enfatizó Vides.

Gestión de incendios 

Según el gerente de Proyectos de Manejo del Fuego de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Carlos Pinto, “el documento sienta las bases para ir discutiendo a una propuesta mucho más estructural y de largo alcance, que requiere un proceso con la construcción de consensos para lograr tener un plan de gestión de incendios integral con lineamientos estratégicos”.

“El manejo del fuego es integral a la gestión de incendios forestales y parte de una propuesta a nivel global en el que se equilibran las necesidades de usar fuego que tenga el sector campesino-indígena y el productivo, están la agricultura familiar, la ganadería, la actividad agropecuaria y la industrial, además de otros, el uso del fuego es parte de un conjunto de actores muy complejo de abordar”, reconoció Pinto.

Explicó que a la gestión se suman el control de incendios y la prevención como parte de un plan departamental que está en la Gobernación de Santa Cruz con lineamientos estratégicos. “Las bases de los componentes del manejo del fuego es donde se debería orientar el desarrollo de políticas nacionales que conceptualmente sean las correctas para la restauración”, agregó.

Involucrar a comunidades

Respecto de la socialización del manejo del fuego entre las comunidades, Pinto detalló que más que una socialización, “es involucrar a las comunidades y generar las capacidades de información”.

Remarcó que también se deben generar las capacidades de planificación entre las comunidades, como cuántos chacos se van habilitar este año para cada una de las comunidades, cuántos potreros se van a quemar en una zona ganadera o cuántos cordones en una zona agropecuaria. “Se planifican las medidas y qué tipos de prevención se deben emplear, por ejemplo: la prevención legal”, añadió.

La Fundación Amigos de la Naturaleza trabaja también en la prevención cultural que tiene que ver con las técnicas de quema, las condiciones para una quema segura, además de promover la participación para que no sea sólo una persona que “esté haciendo una quema”.  La formación de bomberos comunales es otra de las tareas de la FAN, como parte de los componentes en el manejo del fuego. 

/ECV/

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    Incendio en la Chiquitanía