La Paz, 5 de diciembre
(ANF).- Se terminó la incertidumbre para los principales equipos de La Paz,
pues este martes el gobernador, Félix Patzi, anunció que el estadio Hernando
Siles estará habilitado “de manera excepcional” para disputarse el clásico paceño
207 el próximo jueves a partir de las 20:30 horas.
“A partir de las 12 del medio día hasta las 11 de la noche (de este jueves). Es excepcional esta resolución administrativa. Después va a continuar cerrada el estadio en cumplimiento a la resolución mayor”, manifestó Patzí en conferencia de prensa.
El gobernador explicó que la decisión se debió a una cuestión “técnica”, ya que en los últimos días se registraron precipitaciones que imposibilitaron que la empresa Ofiuco, constructora que se encarga de colocar la pista de tartán en aquel escenario deportivo, inicie con su trabajo que involucró el cierre temporal del Siles del 27 de noviembre al 16 de enero de 2018.
“Si estos últimos días hubiera sido de pleno sol prácticamente hubiera sido imposible y lamentaríamos que el partido no pudiese realizarse, pero estos días hemos tenido lluvia continua, por lo tanto la empresa Ofiuco no pudo colocar la pista en estas condiciones de humedad”, refirió.
Patzi pidió al club Bolívar, que en esta oportunidad oficia de local, tomar las precauciones necesarias para no generar destrozos y aclaró la autorización fue por un tema más “técnico” que “por favorecer a uno de los equipos paceños”.
Ante la posibilidad de no jugar en el Siles, la dirigencia del equipo académico barajaba algunas opciones. En primer lugar se pensó en trasladar el partido al estadio Jesús Bermúdez de Oruro, aunque esa opción quedó descartada.
Finalmente se pensó en una última opción que era jugar el partido en el estadio Libertador Simón Bolívar de la zona de Tembladerani, aunque eso significaba dejar fuera a los hinchas atigrados debido a que el escenario deportivo solo albergaría a unas 6.000 personas y que estos espacios estarían destinados a los abonados del equipo celeste.
Se trata de un partido crucial para las aspiraciones del club Bolívar, que está a un paso de obtener el bicampeonato, y para el Tigre que no pierde la esperanza de alcanzar en la tabla a su clásico rival.
Los pasados días se generó un malestar en la dirigencia y los hinchas del equipo académico que pedían que el partido se juegue en el escenario miraflorino por su importancia. A ellos se sumó el Comité Cívico Pro La Paz que anunció una huelga de hambre si la Gobernación no autorizaba la habilitación del estadio, y la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz que envió una minuta al gobernador Patzi para que se autorice la realización del partido.
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