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Cultura y farándula

Óscar Ordoñez reivindica a la crónica: la nota informativa no basta para contar los hechos

ANF conversó con el poeta, escritor, periodista y actual editor de textos de El Potosí, a propósito de la presentación de su reciente libro: "De los Andes al Caribe. En busca de Macondo", una crónica periodística literaria, publicada por Jaguar Azul Editores.
14 de Agosto, 2018
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Óscar Ordoñez, periodista, poeta y escritor. Fotos: OOA
Óscar Ordoñez, periodista, poeta y escritor. Fotos: OOA
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La Paz, 14 agosto (ANF).- La crónica periodística está ejerciendo cierto poder de seducción en el periodismo boliviano, y los periodistas se han dado cuenta que una nota informativa no basta para contar los hechos, afirma Óscar Ordóñez Arteaga, poeta, escritor, periodista y editor de textos.

En una entrevista con ANF a propósito de la presentación de su libro: "De los Andes al Caribe. En busca de Macondo" le ha valido a Ordoñez un importante sitial en la reciente Feria Internacional de Libro, donde la crónica periodística literaria, publicada por Jaguar Azul Editores fue destacada por reconocidos escritores del acervo nacional.

1.- Cuando se piensa que la crónica narrativa es uno de los géneros menos explotados, surgen periodistas como vos que explotan esta herramienta literaria. ¿Cómo ves al periodismo nacional actual en términos de redacción?

La crónica periodística está ejerciendo cierto poder de seducción en el periodismo boliviano. Nuestros colegas se han dado cuenta de que una nota informativa no basta para contar los hechos; hay que profundizarlos. Y en esa línea están varios medios.
Cuando dices “menos explotados”, deduzco que tiendes a las comparaciones (inevitables) entre el periodismo boliviano y el resto de Suramérica. Desde luego que nuestro porcentaje de publicaciones es menor, pero no por ello sin calidad.
El periodismo boliviano, en términos de redacción, es el mismo que se escribe en Perú, México o Argentina. Basta revisar cómo escriben las agencias de noticias, o cómo se expresan en los noticieros de Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela, por citar algunos ejemplos. Hablo de la estructura del texto informativo; es exactamente el mismo. Por una sencilla razón: no salimos de los márgenes establecidos (hay excepciones, desde luego) de la técnica de escribir una nota informativa.
Otra cosa es la crónica periodística. Es deseable no leer en ella, periodistismos como “por su parte”, así mismo”, “en tanto que”, “en ese contexto”, “en esa línea”, “indicó”, señaló”. Esos términos son propios de las notas informativas; no de la crónica periodística.

2.- ¿Qué elementos de tu travesía desde Bolivia hasta Colombia consideras que fueron fundamentales para que tu narrativa se haya traducido en un trabajo literario?

El contacto con la gente con la que viajé: colombianos, chilenos, peruanos, venezolanos, ecuatorianos. Eran rostros anónimos, pero con actitudes amigables; todos ellos dispuestos a colaborarse entre sí, sin que medien las nacionalidades o las diferencias. Espero haber reflejado ese espíritu en mi libro. Lo que también fue fundamental para este texto consistió en ver cómo se cruza la frontera. Tomar un vuelo directo a Cartagena de Indias te ahorra ese paso, pero cuando eres periodista te quita la oportunidad de estar en contacto con los “otros” y describir lo que te motivan. Para ello no necesitas nada más que una pluma y algo de papel.
Sin embargo, mis motivos de viaje eran otros: narrar en toda su extensión cómo era el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, cuando homenajearon a Gabriel García Márquez y a su novela “Cien años de soledad”. Eso se narra en uno o dos capítulos. El resto del libro habla de personas que nada tienen que ver con los expertos del idioma.

3.- ¿Cómo evalúas la aceptación a tu libro en la reciente Feria Internacional de Libro celebrada en La Paz?
Con mucha sorpresa. En especial, la de jóvenes estudiantes que se acercaron a la mesa de Jaguar Azul Editores, donde se exhibía el libro. Uno de esos alumnos me preguntó si había llorado después de terminar de escribir el libro. “He dejado en él parte de mi alma”, le contesté.

4.- ¿Es necesaria una gran historia para escribir un buen libro?

Todo libro necesita de una idea. La vida te las ofrece cual si fueran abanicos. Y lo único que tienes que hacer es elegir, de acuerdo con tus propios intereses.
En el campo periodístico (y la crónica, en particular) se trata de que esa idea (tema para este caso) no haya sido bien explotada. Y tú, como periodista con buen olfato, adviertes que falta algo por contar. Ese es tu tema y se puede convertir en un buen libro de investigación. Te darás cuenta, entonces, que cambia la forma de contar ese tema. Ya no será la simple nota informativa; será un desafío profesional que nos puede ayudar a comprender lo que ocurre a nuestro alrededor y no lo estamos notando.

5.- ¿En tu calidad de escritor y editor de textos consideras que hay potencial literario en los periodistas bolivianos?

Sí, lo hay. Y me alegra que sea así, porque la XXIII Feria Internacional del Libro develó a buenos periodistas dueños de una vena narrativa literaria con la que pueden defenderse en el mundo de las letras. Me explico: ellos, en sus libros, emplean de manera magistral la descripción de los personajes. Eso es algo que no se lee en una nota informativa, por ejemplo.

6- ¿Es difícil hacer libros en Bolivia?

Si con la palabra “hacer” te refieres a producir libros, yo digo que no. Por ejemplo, hay las publicaciones de autor, cuya característica es la de no formar parte de una feria tan grande como la del libro.

Las librerías aceptan vender esas publicaciones, pero no las exhiben en las ferias internacionales. Eso está muy claro.
Entiendo que por ese y otros motivos, algunos activistas culturales de La Paz crearon hace un par de años la Feria de Autor. En ella, los escritores “independientes” dan a conocer sus obras. Ello demuestra que no es tan difícil publicar un libro en Bolivia. Sin embargo, este año he visto en la Feria Internacional del Libro un puesto que decía “Autores independientes”. Y me alegra mucho porque aquellos escritores que no son patrocinados por ninguna editorial, ya pueden ahora darse a conocer.

/ANF/ 


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    Óscar Ordoñez,De los Andes al Caribe