Ir al contenido principal
Dolar: venta Bs 6,96 | compra Bs 6,86
GIF ANF suscríbete
 

Opinión

Un abominable anuncio

22 de Septiembre, 2010
Compartir en:
MANFREDO KEMPFF SUAREZ

 

 

Por Manfredo Kempff Suarez (*)

Aunque las declaraciones de S.E. se hubieran realizado en EEUU, aunque se pudiera alegar que fueron emitidas de manera informal, el admitir como posible una nueva reelección de Evo Morales a la presidencia de la Nación, incumple compromisos, ofende todas las normas constitucionales, y es un insulto desdeñoso para sus conciudadanos, sean estos de la etnia que sean, ahora que, al parecer, los bolivianos no somos ya una misma cosa.

Comprendo que es una idiotez entrar a debatir en estos tiempos sobre unas elecciones que deberían producirse dentro de más de cuatro años. Es el colmo del desquiciamiento nacional entrar en un tema de discutir sobre una elección presidencial cuando hace ocho meses que entró en funciones el mandatario que pretende ser reelegido. Pero si se ha dado la oportunidad de referirse a este atropello es mejor hacerlo ahora.

No puede ser que ni en broma el peor presidente de la última etapa democrática – si no lo es de toda la historia de Bolivia – pretenda un tercer período consecutivo, burlándose torpemente del país. No es aceptable que se preste oídos a ese abominable anuncio sin protestar, porque sería aceptar que Evo Morales tiene el campo abierto para ejercer una dictadura popular que lo entronice como presidente vitalicio.

El mandatario ha dicho en EEUU lo que siempre dice cuando pretende algo: “si el pueblo boliviano lo desea…”. En efecto, es cosa de “interpretar” la Constitución, proponer un texto, levantar la pata ovejuna, y asunto concluido. O no faltan abogadillos oficialistas, quienes, con aire doctoral, ya vistiendo terno y corbata, justifiquen la legalidad de esa actitud infamante. ¡Cuántos crímenes se producen en nombre del pueblo!, decía alguien que pensaba bien pero que no recuerdo su nombre.

Y es así. El “pueblo boliviano” está todos los días en boca de S.E. Todo se hace en nombre del “pueblo boliviano”. Es decir, en nombre mío también; en nombre de mi familia; en nombre de tantos y tantos quienes pensamos que Evo Morales es el peor mandatario que ha pasado por el Palacio de Gobierno.

Es hora de que el verdadero pueblo boliviano, el que piensa seriamente, el que sufre mirando todo este desbarajuste – no el que levanta la pata para berrear ni el que aplaude barrabasadas – abra la boca de una vez. Si mantenemos silencio ante el propósito desmedido de S.E. y la justificación que hacen sus adulones, llegará el 2015, y encima de lo que todavía quede de Bolivia se volverá a encumbrar la inutilidad completa.

S.E. viaja lejos – ya es su costumbre – y desde lejos lanza sus torpedos de prueba u ordena la toma de empresas o la aprobación de decretos malolientes. Ahora ha sido en EEUU donde el presidente Barack Obama –  “un afro-americano” ha dicho S.E. con evidente intención racista – lo habría segregado. ¿Segregado? ¿Por qué? Nada menos que porque Obama ha manifestado lo que sabe el Congreso norteamericano,  el Departamento de Estado, y, por último, lo sabe todo el mundo: en Bolivia se protege el tráfico de drogas, y aún más, se vive de él. ¡Esa es la Bolivia del cambio! Ya no vivimos ni de estaño ni de gas ni de soya, sino de pichicata. Por lo menos esa es la plata que circula de mano en mano en mercados, construcciones, farándula y comercios.

Pues bien, este señor es el que a más de cuatro años para las nuevas elecciones generales ya está postulándose para presidente. Claro, si “el pueblo boliviano” lo quiere. ¡Hermoso gesto! ¡He ahí un hombre previsor y respetuoso de sus gobernados! Volverá de EEUU diciendo que lo segregaron y contará, una vez más, que a su mamá no la dejaban entrar a la plaza de Oruro. ¿Qué vamos a hacer ante quien le rebalsa la hiel del resentimiento?

 (*) El autor es ex - diplomático y escritor

 

 

Etiquetas