La Paz, 27 de julio (ANF).- Durante 117 años las religiosas Siervas de María dieron asistencia médica y consuelo espiritual a los enfermos en el Hospital Santa Bárbara en la ciudad de Sucre, decidieron abandonar este servicio porque quedaron cuatro hermanas por la “disminución de las vocaciones”.
La madre superiora Provincial, Loreto Casado, conversó con ANF, dijo que tomaron la decisión de salir del centro médico con “con pena y tristeza”, recuerda que ocho hermanas llegaron a esa ciudad en 1899, desde ese tiempo “han servido con esfuerzo, amor y cariño” a los enfermos.
Sucre vivía no solo con retraso sino pobreza, su hospital era expresión de esa situación, apenas contaba con dos salas, las hermanas de la congregación buscaron cooperación en particular de los países de Europa y levantaron el centro médico hasta convertirlo en un referente en salud.
“Hemos levantado el hospital con amor, cariño y esfuerzo”, comenta la madre Loreto, quien precisa que ya no es posible continuar porque “las vocaciones han disminuido, las hermanitas han ido muriendo, no hemos repuesto, no teníamos vocaciones. Se quedaron solo 4 y hemos decidido salir”.
Actualmente la congregación tiene a 17 hermanas en Sucre, solo cuatro quedaron en el hospital cuando en el pasado eran 24, 20 o 18. Las religiosas se caracterizaron por ser el alma del nosocomio, además de administrar con disciplina, orden y servicio a los más necesitados.
“Nos sentimos con pena y tristeza, ha llegado a ser muy nuestro. Las Siervas de María estaban por los patios en medio de los enfermos y su sufrimiento. También les ayudaban en el consuelo espiritual que es muy importante en esos momentos”, comentó Casado.
La comunidad de las Siervas de María había anunciado su salida el año pasado. El 2012, tuvieron que enfrentar un impase con la Gobernación de Chuquisaca que incluso planteó la revisión del convenio que existía con la comunidad.
Loreto comenta que si bien durante mucho tiempo tuvieron la administración del hospital, con las medidas de descentralización las Alcaldías pasaron a administrar los hospitales, no obstante por el rol que cumplían las religiosas la madre superiora prácticamente “gobernaba” todo.
Siete hermanas siguen trabajando en otras dos obras, el Hospicio 25 de Mayo que cobija a las personas de la tercera edad, pero también a personas con discapacidad. Ninguna puede ser rechazada porque muchos son abandonados por sus familiares.
Otras siete hermanas continúan sirvieron en el Hospital de La Jastambo centro que empezó atendiendo a personas con tuberculosis. “También es un derroche de servicio”, cuenta la madre Provincial.
“En ambos seguimos trabajando. No tenemos intenciones de sacarlas”, afirma. Solo espera que el Hospital Santa Bárbara mantenga con un buen perfil en el servicio de la población, sugieren que no solo sea una atención médica sino espiritual en especial a los enfermos y familiares.
/NVG
