García Linera. Foto de archivo: Vicepresidencia.
La Paz, 31 de agosto (ANF).- El vicepresidente Álvaro García Linera advirtió este jueves una “acción de tinte fascista” en el prolongado conflicto de Achacachi, mientras el bloqueo de carreteras en ese municipio continúa, al igual que la vigilia de las mujeres de esa región en la ciudad de La Paz.
García Linera, a través de un pronunciamiento publicado en la página web de la Vicepresidencia, inicialmente diferenció entre el pueblo o la ciudad de Achacachi, donde aseguró que habita sólo una tercera parte de la población, y las comunidades, donde dijo que están dos tercios de la población del municipio.
En ese marco, señaló que en la actualidad, quienes están movilizados contra el alcalde Édgar Ramos solamente son los habitantes de la ciudad de Achacachi, en tanto que persiste el respaldo a esa autoridad municipal por parte de las comunidades, especialmente del cantón Warisata.
Agregó que las críticas y denuncias hacia el alcalde Ramos, que constitucionalmente deben dirimirse en la justicia o en un referéndum, avivaron una latente escisión entre el pueblo de Achacachi respecto a las comunidades campesinas de Achacachi.
“Y lo que la derecha política no quiere entender, y por eso no comprende nada de lo que está pasando, es que las juntas de vecinos de Achacachi, en el mes de marzo (febrero), no solo quemaron la alcaldía del municipio y la casa del alcalde, sino que además –y esto ha incrementado el distanciamiento entre comerciantes y campesinos– es que también han quemado la sede de la gloriosa Federación Sindical de Trabajadores Campesinos de Omasuyos ‘Túpac Katari’”, remarcó.
Indicó que la quema o demolición de sedes sindicales es algo que sólo lo hacían las dictaduras y, recientemente, la Unión Juvenil Cruceñista, durante un intento de golpe de Estado registrado el 2008.
Por tanto, según García Linera, en el conflicto de Achacachi hay “una clara acción de tinte fascista que (se) remató con la quema de una radioemisora también de (ese) municipio”. Y “en represalia, las comunidades retomaron la antigua práctica del saqueo de tiendas, que fracturó aún más la relación campo-ciudad”, acotó la autoridad nacional.
Afirmó que esta situación también explica por qué ahora ninguna federación campesina provincial ni la valerosa ciudad de El Alto se ha sumado orgánicamente a la protesta de la población de Achacachi.
Pues “la agresión a la sede sindical ha sido asumida por todos como un ataque a la fuente de legitimidad democrática propia que tiene el pueblo boliviano”, aseveró.
Asimismo, sostuvo que hoy, enceguecidos por un presunto odio contra el presidente Evo Morales, “no faltan algunos trotskistas, ambientalistas, indigenistas que se han lanzado a los brazos de la derecha más cavernaria de Jorge ‘Tuto’ Quiroga y Samuel Doria Medina y callan frente a este hecho inaudito y fascista de la quema de la Federación Campesina, además, buscan encauzar la movilización hacia una confrontación con el Gobierno”.
“Pero, con esta manipulación política de un tema estrictamente municipal, han cerrado cualquier posibilidad de darle un tinte progresista, popular o revolucionario a sus imposturas y con el tiempo solo ha de quedar la obscenidad de haber respaldado y alentado actos fascistoides y antidemocráticos que hieren la experiencia y la memoria de lucha del pueblo boliviano y, en particular, del pueblo aymara”, apuntó.
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