Campo San Alberto en el departamento de Tarija. Foto: www.hoybolivia.com
La Paz, 11 de julio (ANF).- La Fundación Jubileo y el senador de la opositora Unidad Demócrata (UD), Óscar Ortiz, observaron por separado, que el Estado boliviano a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no certifique sus reservas de gas, tal como lo obliga la Ley 3740 de Desarrollo Sostenible del sector de Hidrocarburos.
El investigador de Jubileo Raúl Velásquez dijo que no es buena señal para Bolivia que Brasil solicite la recertificación de reservas de gas a puertas de renegociar el contrato que vence el 2019. Dijo que la petrolera estatal no es transparente pues sus últimos informes datan de 2013 que hablan de 10,5 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas probadas, 3,5 TCF probables y 4,2 TCF posibles, además de 211 millones de barriles probados de petróleo, 72 probables y 80 posibles.
Velásquez dijo que si bien en los últimos años hubo un incremento en la producción de gas de 39 Millones de metros cúbicos día (Mmcd) a casi 60 Mmcd, esto se debió a la sobreexplotación acelerada de los megacampos, lo cual ha generado una declinación productiva del campo de San Alberto de 11 Mmcd y cerca de 6 Mmcd.
Por su parte, el senador Ortiz envió el 9 de junio, una petición de informe escrito dirigido al presidente interino de YPFB, Guillermo Achá, para que explique sobre la posible disminución sustancial de producción gasífera en los campos de San Alberto y Sábalo, en el departamento de Tarija. Sin embargo, a más de un mes y en contravención al reglamento de la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el funcionario no se presentó.
El artículo siete de la Ley 3740 obliga a YPFB mediante licitación internacional a “contratar empresas especializadas en la certificación de reservas de hidrocarburos, para certificar el nivel efectivo de dichas reservas en el país”. Dicha certificación deberá ser publicada el 31 de marzo de cada año respecto a las reservas certificadas existentes en el país al 1 de enero del mismo año.
“Según expertos en el área hidrocarburífera, existe una disminución sustancial en la producción de los campos de San Alberto y Sábalo. En los últimos años hubo una sobre explotación en estos campos provocando una invasión de agua lo que significa un daño de dos a tres TCF de los nueve TCF que tenemos; es un daño equivalente de 10 mil millones de dólares de ingresos”, advirtió Ortiz.
El senador argumentó que de confirmarse la información por parte de la estatal YPFB se trataría de un caso muy serio que incluso podría afectar la seguridad energética interna del país y para los contratos de exportación comprometidos con los países vecinos de Brasil y Argentina.
“En la petición se le consultó específicamente sobre el manejo de los campos de San Alberto y Sábalo, entonces en lugar de sacar comunicados, el presidente de YPFB debe enviar un informe escrito respondiendo las preguntas”, dijo Ortiz.
El asambleísta sostuvo que de acuerdo a información de expertos, la sobreexplotación hidrocarburífera habría causado daños irreversibles en las reservas de gas, por la presencia de agua, por lo que también se pidió a Achá que responda sobre la producción mensual de gas, condensados y agua en los pozos.
“Hay datos que son incontrastables, como la declinación de producción de San Alberto y Sábalo. Sólo en el último año San Alberto disminuyó en un 23%, y no pudo cumplir con los envíos de gas a Argentina con el volumen contratado, lo que le obligó al país vecino a comprar gas a Chile al doble de precio. El país ya no está pudiendo cumplir con los contratos actuales”, aseguró.
La Fundación Jubileo sostiene que Bolivia no está en la capacidad de enviar de manera simultánea a los mercados de Argentina y Brasil, los máximos volúmenes establecidos en los contratos contractuales con los vecinos, y que al momento realiza un gran esfuerzo por mantener ciertos equilibrios que no son sostenibles.
“Tenemos 10,45 TCF de reservas”
El ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, informó mediante un boletín de prensa, que en la actualidad se cuenta con una producción promedio de 60 Mmcd, lo que genera un consumo anual de 0,8 TCF.
Respecto al manejo de producción de YPFB y las empresas operadoras, Sánchez dijo que se tomaron las medidas necesarias con prácticas prudentes de la industria, de acuerdo al potencial de cada pozo, llevando estricto control de los caudales de producción y salinidad de agua, además de las variables operativas de requerimiento de los mercados.
“Las reservas han sido 9.94 TCF en 2009, en 2010 fueron de 10,45 TCF y hoy tenemos aproximadamente 10,8 TCF, es decir que hemos repuesto cada año lo consumido y hemos incrementado las reservas. Para el año 2022 las reservas van a ser 17,45 TCF”, aseguró, aunque no hay certificación actualizada.
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