La Paz, 24 de noviembre (ANF).- La subalimentación en América Latina puede ubicarse por debajo del umbral del 5 por ciento en los próximos 10 años, según un informe conjunto presentado este jueves en México por la OCDE y la FAO.
El director del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México, Roberto Martínez, dijo que el estudio “Perspectivas Agrícolas OCDE-FAO 2016-2025” apunta a que un aumento de los ingresos y una mejor productividad acelerarán la reducción de la prevalencia de población sin una alimentación adecuada.
La subalimentación caerá también a nivel global, porque se espera que pase del 11 al 8 por ciento, aunque en la región del Africa Subsahariana continuará "notablemente mayor", con una prevalencia del 19 por ciento, añadió.
El pasado 4 de julio, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó en Santiago el mismo informe, en el que destacó que en las últimas décadas la región logró sacar del hambre a más de 31 millones de personas, con lo cual redujo la subalimentación a 5,5 por ciento.
A pesar de la reducción, se calcula que 638 millones de personas sufrirán subalimentación en 2025, explicó Martínez al presentar el informe conjunto de la OCDE y de la FAO en la Cámara de Diputados, en la Ciudad de México.
“Un incremento más rápido en los ingresos y una productividad agrícola mejorada acelerarán esta reducción, pero la clave es un mejor acceso entre los pobres. Es un problema distributivo, es un problema de inclusión, particularmente en las economías emergentes y de menores ingresos”, dijo el directivo de la OCDE, según citan agencias internacionales.
Martínez enfatizó que el estudio llama a los países a aplicar medidas enérgicas para adoptar nuevas tecnologías en el sector agroalimentario para que sea más eficiente y productivo, pues hasta ahora no se llevan a cabo las medidas suficientes para lograr esa meta.
Por su parte, el representante de la FAO en México, Fernando Soto, dijo que de no modificarse la producción de alimentos se corre el riesgo de que la creciente demanda a nivel global no sea satisfecha, más allá de erradicarse el hambre y la malnutrición.
“El principal desafío que tiene el sistema productivo agrícola al año 2050 es producir más de 5.000 millones de toneladas de alimento pero con menos agua, con mucho menos suelo, con menos biodiversidad y enfrentando las consecuencias impredecibles e inciertas del cambio climático”, subrayó.
Soto abundó que a la par de producir alimentos tiene que lograrse una alimentación más sana y nutritiva entre la población, pues el informe encontró que el consumo de aceites vegetales y azúcares aumentó por la mayor ingesta de productos procesados en países emergentes.
“No solamente es acabar con el hambre, sino que también con lo que es ya llamada ‘la peste del siglo XXI’, que es el sobrepeso y la obesidad con sus secuelas de enfermedades crónicas, que ya comienzan a poner en jaque a los sistemas de salud y de seguridad social en el mundo”, indicó.
El representante de la FAO aseguró que un eje central para mejorar la producción agrícola pasa por robustecer la agricultura familiar, que sólo en América Latina representa más del 80 por ciento de las unidades productivas y genera hasta el 67 por ciento de los alimentos.
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