Marcial Fabricano, líder indígena. Foto: ANF
La Paz, 30 de agosto (ANF).- Marcial Fabricano, el dirigente
amazónico que encabezó la histórica marcha por la vida de 1990, afirmó
que el Gobierno del presidente Evo Morales desmontó las conquistas
alcanzadas por los pueblos indígenas de tierras bajas y que lejos de
consolidar sus territorios, los “descuartizó y aniquiló”.
En
una reciente entrevista con ANF, Fabricano hizo un análisis de la
situación de los pueblos amazónicos después de 26 años de la Marcha por
la Dignidad y el Territorio, que se constituyó en un hito de la lucha de
los indígenas de tierras bajas por lograr el reconocimiento del Estado.
Se desarrolló durante el gobierno de Jaime Paz Zamora (1989-1993).
En
homenaje a los 26 años de la primera marcha indígena, que dio paso
hasta la fecha a otras ocho, varios dirigentes indígenas evalúan estos
días en el TIPNIS el estado en el que se encuentra su movimiento.
Fabricano es uno de los participantes.
Destacó que con la llegada de la gran marcha del Beni a La Paz, los pueblos indígenas lograron en la década de los 90 un ordenamiento jurídico que reconocía sus territorios, se aprobó la primera ley ambiental, se crearon áreas protegidas y otros.
“A partir de la marcha salió una ley que ratificó el derecho sobre nuestros territorios y en 1994, a través de una reforma constitucional, por primera vez llegamos a ser bolivianos porque se incluye un artículo que dice que somos un país multiétnico, multicultural; con la ley 1717 (de 1996) se estableció el derecho a las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) y al uso de nuestros recursos naturales, al reconocimiento a las personerías jurídicas, a nuestras propias autoridades e instituciones”, señaló.
En sentido contrario, el dirigente dijo que desde el segundo mandato del Gobierno (2009) se vive una etapa en que se desmontaron esos logros.
“En una nueva Constitución Política del Estado se establece por poco con letras de oro que territorio indígena, originario, campesino debe ser indivisible, inembargable, imprescriptible, pero en la práctica se empieza a cercenar, se empieza una invasión territorial”, afirmó.
Entre otras medidas, el Gobierno autorizó la explotación de petróleo y minerales en los parques nacionales, cuyos espacios muchas veces coinciden con los territorios indígenas.
Fabricano citó también el caso del TIPNIS, que fue subdividido en polígonos para facilitar su titulación y que seis de ellos fueron saneados y titulados a favor de las comunidades indígenas, mientras que el séptimo fue entregado a cocaleros y otros colonizadores.
“¿En qué queda la Constitución Política del Estado que dice que es indivisible si ya se ha sobrepasado el mismo polígono, si hay ocupación de hecho de colonizadores?”, cuestionó.
Del mismo modo dijo que para lanzar el proyecto de la hidroeléctrica de El Bala el Gobierno no tomó en cuenta la afectación que habrá a los territorios indígenas.
“¿Qué es desarrollo, qué buscan con inundarles 200.000 hectáreas a las comunidades indígenas? Hemos visto que directamente serán afectadas unas 400 familias de 17 a 18 comunidades, entre chimanes, tacanas y mosetenes, eso sin contar con las afectaciones indirectas”, cuestionó.
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