La Paz, 18 de julio (ANF).- La Federación de Caficultores Exportadores de Bolivia (Fecafeb) advirtió que en 10 años hubo una drástica disminución en la producción de café de 140 mil a 31 mil sacos anuales, lo que pone en serio riesgo a este sector como consecuencia de la falta de potenciamiento, así como del ataque de plagas y la extensión de cocales.
El presidente de Fecabeb, Víctor Calla, durante una conferencia de prensa que brindó junto al viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Fernando Peñarrieta, dio a conocer la difícil situación productiva que atraviesa el sector caficultor, por lo que destacó la convocatoria a la segunda versión del torneo de la taza de excelencia presidencial que se realizará a nivel nacional.
“Hasta el 2005 producíamos por encima de los 140 mil sacos que para el sector era muy significativo por la cantidad de gente que movía, pero hoy por hoy no nos vamos a humillar, pero hemos bajado la producción a 31 mil sacos que producimos el 2015. Pero seguiremos produciendo hasta que el Gobierno se ponga las manos al pecho, porque de lo contrario se puede perder este producto”, señaló.
El productor cafetalero señaló que es importante que los caficultores reconozcan también que en los últimos años no renovaron sus parcelas. “La producción de coca nos ha afectado (a la producción del café), pero está sustentando de alguna manera al sector del cafetalero (…). Hay falta de apoyo de nuestro Gobierno central, y si bien hemos tenido apoyo del programa PAR y del Fondo Indígena, este vino muy direccionado, no hemos invertido verdaderamente en nuestros cafetales”, señaló.
Sin embargo dijo que a esa realidad se agravó con la aparición de dos plagas, como son la roya y el ojo de gallo que afectaron al menos el 40% de los cultivos de café que se encuentran en un 95% concentrados en el departamento de La Paz, de los cuales el 85% se encuentra en el municipio de Caranavi de Nor Yungas.
Calla informó que de acuerdo a un reciente censo, cerca de 17 mil familias cafetaleras apuestan a la producción del café, de las que al menos 15 mil requieren acceder a créditos, por lo que se planifica con el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) las modalidades a fin de que estos recursos vayan a potenciar al sector productivo y no sean utilizados en la compra de casas y vehículos.
“A nivel internacional el café boliviano no significa nada; antes teníamos una participación del 0,07% pero en tema de calidad estuvimos entre los tres países mejores del mundo. Y por eso conocen a Bolivia, por el tema de calidad. Con el bajón productivo debemos estar con el 0,03% de participación”, señaló.
Preliminarmente se estimó que se requiere de una inversión entre 7 mil a 10 mil dólares por hectárea para cumplir con la planificación productiva para el sector cafetalero que pretende, según estimaciones del Gobierno, llegar a 360 mil sacos anuales para el 2021. Cada saco contiene 70 kilogramos de café.
Por su parte el viceministro Peñarrieta dijo que las exportaciones el año pasado fueron de cerca de 1.850 toneladas por un valor de 10,2 millones de dólares, lo cual significaría un leve incremento en relación al 2014.
“Se debe mejorar la producción tomando en cuenta que hay mercados de exportación para el café orgánico como Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Japón y España”, indicó.
Sin embargo anticipó que el Gobierno apuntará a la apreciación del producto orgánico dentro del país, por lo que se prevé un incremento en el precio del café en el mercado nacional, en el marco del “Hecho en Bolivia”.
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