El tirador vietnamita Hogan Xuan Vinh.
La Paz, 15 de agosto (ANF).- Tras colgarse la medalla de oro en la prueba de tiro con pistola de aire a 10 metros y la plata en los 50 metros en la misma modalidad, el vietnamita Hogan Xuan Vinh se ha convertido en una leyenda para su país tomando en cuenta las precarias condiciones de su entrenamiento.
Y es que el competidor asiático puede darse el lujo de dejar de lado su modestia y reconocer que realmente hizo historia, ya que tuvo que sobrepasar diversas adversidades que complicaron su preparación previa a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, no lo hizo.
“No esperaba esto, ha venido mucha gente, estoy muy sorprendido”, manifestó el atleta los medios locales al observar a la gran cantidad de personas y reporteros que fueron a recibirlo al aeropuerto de la ciudad de Hanoi.
Xuan Vinh es un militar de 42 años que decidió encarar el sueño olímpico. La miopía que padece no fue un obstáculo para entrenarse. A esta situación se añadió el hecho que el competidor tuvo no usó de balas de práctica durante la mayor parte de su preparación debido a la carencia de munición que existía, algo que fue resaltado por los medios de comunicación de aquel país.
“Cuando no hay munición, los tiradores que vienen a practicar simplemente levantan la pistola, aprietan el gatillo, oyen el sonido y ya está (...) El problema cuando entrenamos sin balas es que no podemos evaluar el nivel de los tiradores”, señaló el entrenador del equipo de tiro, Nguyen Tan Nam, a un periódico local.
Asimismo, se reveló que la cantidad total de munición que se le entregó a Xuan Vinh durante los días previos a su participación en Río 2016 fue solo la cuarta parte en comparación la cantidad que se le entrega a los tiradores de otros países, además que recurrió a prácticas antiguas de entrenamiento para mejorar su postura, pulso y nivel de concentración.
El logro del competidor vietnamita será recompensado con el pago de $us100.000, según anunciaron sus autoridades principales a través de los medios, ya que las dos medallas se suman a las otras dos de plata (Sidney 2000 y Pekín 2008) que ese país obtuvo en toda la historia de los Juegos Olímpicos.
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