25 de septiembre, 2015 - 20:04
Adolfo Chávez, líder de la CIDOB, al salir de la audiencia. Foto: ANF
La Paz, 25 de septiembre (ANF).- El líder de la CIDOB, Adolfo Chávez, acusado de haber cometido hechos irregulares en el manejo de recursos del Fondo Indígena, venció otra batalla judicial y mantuvo su libertad al haber probado errores procedimentales en su proceso.
La acusación pedía que sea detenido, pero su abogado demostró que las pruebas que estaban siendo exhibidas en su contra no habían sido previamente entregadas a la parte acusada, como manda la ley.
La suspensión de la audiencia generó la molestia de la Interventora del ex Fondo Indígena, Lariza Fuentes, y de la Viceministra de Transparencia, Jesica Saravia. Ambas representantes del gobierno denunciaron que se busca dilatar el proceso contra Chávez.
Una primera audiencia se suspendió porque no había un traductor de lengua tacana, que es su idioma materno. La parte acusadora señaló que Chávez no debe exigir ese traductor porque en su vida cotidiana él habla español, no tacana. El dirigente, sin embargo, señaló que no renuncia a ese derecho, que se desprende de la Constitución Política del Estado, documento que declaró a 36 lenguas nativas del país como oficiales, entre ellas la tacana.
El dirigente tacana, que es de tendencia opositora, es uno de los pocos dirigentes, de decenas de ellos que han sido involucrados en el caso del Fondo Indígena, en ser procesado judicialmente.
“A la exministra no la persiguen ni la investigan ni la acosan y no le piden que responda cuando son millones de millones de bolivianos (los que administró). Hay un trato desigual y sólo Dios me protege ante la injusticia", dijo en referencia a Nemesia Achacollo, que presidia el Fondo Indígena y sobre quien no pesan acusaciones judiciales.
En el Fondo se distribuyeron unos 172 millones de bolivianos de manera irregular, según la propia interventora Fuentes y la Contraloría General del Estado.
La oposición ha criticado que sean los escasos opositores involucrados quienes son acusados judicialmente por el gobierno, mientras los dirigentes de tendencia oficialista, que son la mayoría, estén libres. Chávez fue uno de los organizadores y líderes de las 8 y 9 marchas por el TIPNIS.
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