La Paz, 7 de julio (ANF).- La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este jueves que las “ejecuciones extrajudiciales” desarrolladas por la policía de Rio de Janeiro ponen en riesgo la seguridad de los próximos Juegos Olímpicos, que se realizarán desde el 5 de agosto en esa ciudad.
A menos de un mes de celebrarse la cita olímpica, fueron presentados los datos de la investigación “El buen policía tiene miedo: Los costes de la violencia policial en Rio de Janeiro”, que aborda los asesinatos perpetrados por los efectivos del orden contra supuestos delincuentes.
La investigación reveló que en los 10 años se registraron al menos 8.000 ejecuciones, de los cuales 654 corresponden a la gestión 2015 y 322 a los primeros cinco meses de 2016.
"Río se enfrenta a un problema serio de violencia criminal, pero ejecutar a los sospechosos no es la solución. Esas ejecuciones colocan a las comunidades contra la policía y comprometen la seguridad de todos", manifestó la directora de HRW de Brasil, María Laura Canineu.
Según HRW, este uso ilegal de la fuerza policial puso en evidencia los escasos esfuerzos del Estado brasileño por mejorar las condiciones de seguridad en una de las urbes más azotadas por la delincuencia a nivel Sudamérica.
Otro dato escalofriante de este estudio es que entre 2013 y 2015, la cifra de muertos a manos de la policía, durante supuestas grescas, “superó cinco veces al número de heridos”. Asimismo, se advierte que en 2015 hubo un promedio de 25 supuestos criminales muertos por cada policía fallecido.
El argumento utilizado por la policía siempre fue el “enfrentamiento” que obligaron a dar de baja a los presuntos delincuentes. Sin embargo, HRW pudo conseguir pruebas en 64 distintos casos en los que los agentes trataron de encubrir sus delitos.
Luego de algunas entrevistas a policías, la organización evidenció que en un buen porcentaje de estos casos, las víctimas fueron ejecutadas con tiros a quemarropa. Muchos de los agentes del orden señalaron que se encuentran temerosos y que prefieren guardar silencio ante el riesgo de recibir amenazas por parte de sus compañeros de trabajo.
"Esas muertes fomentan ciclos de violencia que ponen en riesgo la vida de los policías que actúan en áreas con altos índices de criminalidad, destruyen su relación con las comunidades y aumentan el nivel de estrés, perjudicando su capacidad de desarrollar su trabajo", señala el informe.
El comité organizador de los próximos JJOO informó que se reemplazará a los efectivos militares por las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) para no pasar por eventualidades que manchen el normal desarrollo de la cita olímpica.
Sin embargo, HRW advierte que con la existencia de las “ejecuciones extrajudiciales”, no se puede garantizar un control adecuado, siendo que los agentes, que deben brindar seguridad, cometen excesos y llegan a asesinar a los que tendrían que proteger.
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